Un jueves por la mañana llegó Felipe con su mamá a la clínica, la mamá venía muy preocupada porque en la boca de Feli había un espacio muy grande entre los dientes dos dientes del frente. Muchas personas le habían dicho todo tipo de cosas, entonces ella quería saber la opinión profesional de un odontopediatra.
Cuando hice la valoración, efectivamente había un espacio grande entre los dientes del frente, y decidimos tomar una radiografía, para un diagnóstico más certero. A la hora de ver la radiografía en la computadora, nos damos cuenta de que Feli tenía dos dientes extras. En ese mismo momento Feli grita:
-Feli: ¡Soy un tiburón!
-Dani: Parecido, tenés dos dientes extras que tenemos que quitarlos porque no pueden quedarse así. No somos como los tiburones, que ellos los van perdiendo a lo largo del tiempo. Nosotros solo tenemos dos tipos de dientes: los de leche (temporales) y los permanentes. Entonces estos que tenés extra tenemos que quitarlos para que no afecten a los permanentes.
-Feli: ¿Y cómo se quitan?
-Dani: Va a venir un doctor espectacular que va a poner a bailar los dientes extras, los va a sacar y te los va a entregar.
-Feli: Excelente. ¿Y el Ratón Pérez también viene por estos aunque sean extra?
-Dani: Creo que sí, nada más hay que explicarle en una carta y listo.
Junto con la mamá, coordinamos la cita con el periodoncista, Mauricio, para poder realizar el tratamiento de la mejor forma posible. El Dr. Mau es super especial con los niños y los papás siempre quedan felices después de un tratamiento con el, entonces siempre es mi primera elección cuando hay que hacer una cirugía más complicada.
Después de una semana llegó el día de la cirugía, ese día Feli llegó disfrazado del Hombre Araña, desde ese momento el Dr. Mau sabía que esto iba a ser una cirugía diferente a las que el siempre realiza. El comportamiento de Feli era tan bueno, que lo único que yo estaba haciendo era explicándole paso por paso que era lo que el Dr. Mau estaba haciendo. De repente, al ser una cita un poco más larga que una normal, Feli se empezó a poner inquieto.
-Dani: Feli, ya casi vamos a terminar, falta más o menos el mismo tiempo que dura un episodio de tu fábula favorita.
Feli seguía incomodo, tener la boca abierta no le estaba gustando, en ese momento solo veo que alza sus manos y empieza a tratar de hacer un sonido con la boca, me costó unos 5 segundos comprender lo que Feli estaba haciendo. El estaba tirando telas de araña a las manos del Dr. Mau para que se detuviera y el se pudiera ir a la casa.
En ese momento vuelvo a ver al Dr. Mau, y con los ojos le pregunté que si estaba entendiendo lo que estaba pasando , cuando simplemente dice:
-Dr. Mau: Feli, tus telas de araña están muy fuertes, pero creo que a este periodoncista no lo van a poder detener hasta que termine el trabajo, yo tengo un super poder, que cuando me caen las telas de araña en mis manos se desaparecen, mis guantes son mágicos.
Fue simplemente con esas palabras, que Feli entendió que por más que siguiera tirando telas de araña nada iba a detener al Dr. Mau y se volvió a quedar tranquilo, en un abrir y cerrar de ojos el Dr. Mau ya había terminado de realizar el tratamiento.
-Feli: Mis telas de araña no pudieron detenerte, pero por lo menos te hicieron apurarte.
-Dr. Mau: Claro, no podía trabajar con tanta fuerza y así me apuré.
Es importantísimo saber que cuando se trata con niños se aprenda a vivir en el mundo de ellos, el Dr. Mau que normalmente tiene una consulta con adultos, gozó la consulta con nosotros, vivió esa emoción que solo los pequeños nos dan, y nos hacen volver al mundo de la imaginación en un segundo. Hay que entenderlos, aprender a tranquilizarlos y a vivir con ellos la aventura de ser niños.
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