En nuestra clínica, diariamente nos visitan diferentes personajes famosos, de diferentes edades y muchas veces mezcla de dos o más personajes, por ejemplo una vez llegó una princesa con una diadema de unicornio, o un niño disfrazado de superhéroe con máscara de león. Los niños en la edad preescolar normalmente viven una época de magia y colores, hay que respetarles y disfrutar junto con ellos este momento. Y algunos en la edad escolar empiezan a tener héroes, y es súper interesante observar como ellos son parte de este personaje, y saltan y corren tan rápido y tan alto como su superhéroe favorito. Uno de mis sobrinos creía que escalaba paredes con solo colocarse una máscara, y lo disfrutaba tanto que lo único que yo podía hacer era hacer un video para mostrárselo cuando creciera, jamás le iba a decir que no iba a llegar al techo por más de que lo intentara.
El día de hoy llegaron a la clínica dos pacientes, Clara y Fabiana. Ellas ni se conocen pero las dos coincidieron en venir disfrazadas. Fabiana llegó vestida de la princesa de pelo largo, pero no sólo con su vestido, sino hasta con un sartén y la mascota. La mamá dijo que el problema más grande de venir a la cita odontológica no era el susto o la incertidumbre, ya que era la primera vez que nos visitaba, sino que no se quería poner zapatos antes de salir de la casa porque esta princesa no usaba zapatos en su torre. Lo primero que hizo al subirse a la silla mágica fue quitarse los zapatos y abrazar a su mascota.
Luego más tarde llegó Clara, vestida de un personaje amarillo de una serie japonesa donde los humanos atrapan a estas mascotas para entrenarlos para batallas. Este disfraz me encantó, ya que nunca lo había visto. Ella estaba emocionada de que lo habían encontrado y que se lo habían comprado.
Hablando con Clara antes de iniciar la consulta, esto fue lo que sucedió:
-Dani: “Clara, ¿a vos te gusta disfrazarte todos los días?”
-Clara: “Me encanta, pero no me dejan ir así al kinder. Sería dichosa siendo vos.”
-Dani: “¿Por qué decís eso?
-Clara: “Porque podes disfrazarte de dentista todos los días y nadie te dice nada.”
-Dani: “¡Claro! Tenés toda la razón, soy dichosa en poder hacer lo que me gusta y este es un disfraz de todos los días, pero de vez en cuando también me puedo disfrazar de otras cosas para cambiar un poco.”
En ese momento sonreí demasiado, me di cuenta que para un niño yo me disfrazo de dentista todos los días, y nunca antes lo había visto así. Ella me estaba mirando como una persona dichosa de poder estar en ese momento de magia todo el día, y que nadie me dijera lo contrario. Y decidí que lo que debería hacer cada día al salir de mi casa era colocarme mi ropa de trabajo, mis superpoderes y llegar a la clínica a hacer lo que más me gusta en la vida. Muchas veces pequeñas frases cómo estás son las que necesitamos para nunca subestimar nuestro trabajo, los niños muchas veces nos ven como sus grandes héroes, en mi caso una superhéroe que cuida los dientes y recordar que no hay mejor disfraz que el que nos colocamos por decisión propia todos los días.
Ojalá que como adultos nunca olvidemos cual fue el disfraz que decidimos utilizar a diario, que hagamos lo mejor para ser los mejores en lo que hacemos, que lo disfrutemos y que no olvidemos nuestro norte. Que aún en momentos difíciles nos acordemos de esta frase de Clara y de disfrutar lo que hacemos diariamente.