
Está es la historia de Sara, una niña que tiene 6 años de edad que le encantaba cepillarse los dientes. Por mucho tiempo Sara era de mis pacientes estrellas, llegaba a la consulta siempre con sus dientes limpios, con la mejor actitud y con unos papás super colaboradores. Sara nos contaba que ella siempre soñaba con un cepillo de dientes en la noche, que si no se lavaba los dientes se despertaba y se los iba a lavar porque en los sueños aparecían unos bichitos verdes que con la comida hacían casas en sus dientes y después a ella le dolía.
Durante estos días del confinamiento por el virus que anda en el mundo, no pudieron asistir a la cita de control que tenían hace dos meses y la mamá de Sara me llamó la semana pasada. Ella me contó que estaba sumamente preocupada porque actualmente el cepillado de dientes de Sara era casi que imposible, ella solo quería comer cosas dulces y que de siete días de la semana se quedaba dormida dos o tres días sin lavarse los dientes.
Hablé con la mamá de Sara y analizamos la situación. Resumiendo nuestra cita telefónica ideamos un plan estratégico, donde vamos a motivar a Sara y a reforzarle a los papás la importancia de una dieta sana y un excelente cepillado dental. Para resumirles un poco del estado actual de Sara es que ella no está saliendo de la casa porque es la mejor forma de protegerla; además que está llevando clases virtuales que no le llaman mucho la atención porque ella tiene mucha energía; le hacen mucha falta sus compañeros y su actitud en la casa no es la mejor. Ese día coordinamos una cita virtual con Sara y sus papás. Lo que necesitábamos era un poco de motivación y salirnos de la rutina en que estaban actualmente, y recordarles como ella nos ayudaba antiguamente con sus dientes.
Dra. Dani: “¡Hola Sara! ¿Cómo estás? Te veo más grande que desde la última vez que te ví.
Sara: “Hola Dani, es que ya cumplí 6 años.”
Dra.Dani: “Contame un poco de como van tus dientes. En unos días nos vamos a ver y quiero encontrarlos como siempre: limpios y brillantes.”
Inmediatamente Sara bajó su cabecita, vió a sus padres y sonrió con mucha pena.
Sara: “No están muy bien, creo que están sucios. Ahora estoy tan cansada en las noches que me quedo dormida, y ya no sueño con el cepillo de dientes y los bichitos verdes. Y además se me olvida cepillarme los dientes en las mañanas que siempre estoy corriendo.”
Dra. Dani: “¿En serio? Sara, vos sos una niña muy buena y se que nos podés ayudar. Te tengo unos tips que te pueden ayudar. Lo primero es recordarnos que debemos cepillarnos los dientes dos veces al día. Como ahora tenemos tanto tiempo en la casa y muchos niños me han contado que como no salen de la casa se les olvida el cepillado de la mañana porque siempre lo hacían al salir, entonces les recomiendo que antes de la primer reunión de la escuela cepillarte los dientes; y en la noche antes de ponerte la pijama te los volvés a cepillar y así por más sueño que tengás no se te va a olvidar.
Sara: “Tenés razón Dani. Y también te tengo que contar otra cosa, encontré unos chocolates deliciosos y solo quiero comer eso.”
Dra. Dani: “Que bueno que me decís eso, eso es el segundo tip. Yo se que cuando estamos aburridos en la casa y sabemos qué hay cosas deliciosas en la despensa pensamos que solo queremos comer eso. Entonces tenemos que hacer un plan con tus papás. Primero que ellos no compren tantas cosas deliciosas en el supermercado, porque sino entonces no te están ayudando; y segundo vos nos vas a ayudar que en el día solo se puede comer una vez de esos chocolates deliciosos y además debes comer todas las cosas sanas que comías hace unos días.”
Sara: “¿Y por qué?”
Dra. Dani: Porque somos un equipo y yo necesito que todos los integrantes del equipo me ayuden para que tus dientes sigan así de bien como los hemos mantenido desde que salieron. Como una doctora muy famosa que se llama Jenny dijo: “La caries dental se previene y se cura en casa”. Y eso es responsabilidad de tus papás y tuya, deben hacer un buen cepillado dos veces al día y comer sano. Cuando ustedes llegan al consultorio lo único que yo hago es ver si la caries dental hizo algún desastre en tu boca y trato de solucionarlo, pero son ustedes tres los que pueden hacer una jugada excelente para que la caries dental no entre en tu boca y esos bichitos con los que soñabas antes no aparezcan.”
Sara: “Se me había olvidado que el cepillo de dientes podría ser tan fuerte. Ya me voy a ir a lavar los dientes y a contarles a mis amigos en la siguiente reunión de la escuela que ellos también deben hacerlo; porque sino nos vamos a llevar sorpresas de las malas al volver al dentista. Espero volver a soñar con las cosas buenas que hace el cepillo de dientes, pero por el momento me los voy a empezar a lavar de nuevo.”
Terminamos de hablar y todo nuestro “equipo contra la caries dental” terminó feliz, yo con una sonrisa en la cara de saber que podemos motivar a los más pequeños con pequeñas cosas y los papás de vuelta con una niña motivada.
No dejemos que esta situación de confinamiento o alguna otra nos haga perder el norte, recordemos que nuestros niños nos observan detalladamente y somos nosotros como adultos responsables los que debemos seguir la rutina lo más parecida a lo que teníamos antes y con la mejor actitud posible.