La primera vez que Sebastían llegó a la consulta, fue porque tenía un fuerte dolor de muela. Ese día no tuvimos otra opción más que sacar la muela, por las condiciones en las que se encontraba, pero después seguimos viéndonos semanalmente para poder realizar todo el tratamiento pendiente y dejar la boca sin caries dentales activas.
Desde el primer día les expliqué a los papás de Sebas y a Sebas todo sobre la caries dental, para que así pudieran entender que un niño no tiene solamente una o dos caries dentales, sino que tiene establecida en la boca la enfermedad de la caries dental, y qué hay que controlar todos los factores que la están produciendo para poder detenerla. Para que se desarrolle una caries dental se necesita de los siguientes factores: un diente, microorganismos (bacterias), tiempo y un substrato (alimentos). El alimento que las bacterias más aman es la sacarosa, y es el único factor que podemos modificar; ya que todos los niños tienen dientes, todos tienen microorganismos en la boca y el tiempo no se detiene por nadie.
Volviendo a Sebas, es un paciente demasiado gracioso, maduro, hablantín y sobre todo bien portado. Le encanta hacer bromas cada vez que llega a la clínica. Con él hemos tenido que hacer bastante tratamiento dental, ya que tuvo varias caries dentales entre muela y muela, por falta de uso de hilo dental y de no tener una rutina correcta de higiene bucal.
Después de varias citas con Sebas y unos papás súper cooperadores, llegamos a tener una rutina de higiene bucal óptima y una dieta saludable. El día de la última consulta de tratamiento dental con Sebas, apenas entra al consultorio dice:
-Sebas: “Dani, me dijo mi mamá que hoy vas a quitar mi último carietón. ¿Es cierto?
-Dani: “Si Sebas. Ya hoy dejamos tu boca sin ningún carietón. Así que tenés que seguir todos los consejos que te he dado para no llegar a tener ningún carietón nuevo.”
-Sebas: “Si yo sé, ya me estoy lavando los diente por dos minutos sin pelear, y estoy tomando más agua que jugos de cajita.”
-Dani: “Excelente Sebas. Subite a la silla mágica que ya vamos a comenzar nuestra cita.”
Mientas Sebas se sube a la silla escoge que programa ver en la televisión, yo me coloco cubrebocas y guantes para empezar.
-Sebas: “¿Dani hoy vas a usar el helicóptero?”
-Dani: “Si Sebas, un poquito.”
-Sebas: “¿Y no tenés ganas de usar la cucharita aterradora?”
-Dani: (ríendose) “¿Cómo le pusiste ese nombre a mi cucharita que quita los carietones?”
-Sebas: “Es que a mi me asusta esa cucharita, a veces suena muy duro y creo que es la forma más fácil de asustar a los carietones y que así salgan rápido. Porque creo que a ellos les gusta mucho el agua del helicóptero y así duran más en salir”
-Dani: “Está bien Sebas, pero no es tan aterradora cómo estás diciendo, esa cucharita nos ayuda revisar que no quede ningún carietón en las muelitas.”
-Sebas: “Si yo sé, pero como se aproxima la época de disfraces, me tocó disfrazar a la cucharita de algo, y lo único que se me ocurrió fue de aterradora.”
-Dani: “Ah bueno, no me asustes, porque esa cucharita es mi amiga.”
-Sebas: “Entonces te vas a tener que disfrazar de algo, porque ella ya tiene disfraz.”
-Dani: “Perfecto Sebas, voy a pensar en mi disfraz, pero por ahora terminemos rápido la consulta del día de hoy para que ya celebremos que tu boca está sana.”
-Sebas: “Súper.”
La famosa cucharita aterradora es un instrumento que usamos los odontólogos, y me dió mucha gracia que Sebas le pusiera un apodo. Sebas es un paciente estrella, y por más de que empezamos la primera cita sacando una muelita, Sebas llegó a tranquilizarse y darse cuenta que lo único que hemos estado haciendo es ayudándole. Aparte de realizar tratamiento dental lo que más me gusta como odontopediatra es saber que los papás entiendan la enfermedad de la caries dental y que quieran combatirla día a día, lo que yo hago es cuestión de un día pero lo que los papás hacen es cuestión de 365 días al año.